La viscosidad sanguínea.
La viscosidad sanguínea se la puede determinar
principalmente por una prueba muy conocida, que es el hematocrito (proporción
en volumen de los eritrocitos, que usualmente se encuentra en el rango de 0.45
a 0.55) (https://francis.naukas.com/2011/07/06/por-primera-vez-se-determina-la-viscosidad-de-la-sangre-mediante-simulaciones-en-superordenadores/). Se ha descrito experimentalmente que principalmente dos condiciones
producen una respuesta no-newtoniano de la sangre en condiciones fisiológicas,
a saber:
- Bajas tasas de cizallamiento, en las cuales la viscosidad tiende a aumentar y
- Diámetro del vaso inferior a 100 μm, en los cuales la viscosidad tiende a disminuir.
Este último efecto es el de mayor relevancia fisiológica y se denomina
efecto Fahreus-Lindqvist. Este se atribuye al incremento relativo del espesor
de capa libre de células respecto al radio del vaso y al alineamiento axial de
los eritrocitos.
En vasos sanguíneos de diámetro considerablemente mediano hasta uno de gran
calibre para el paso de eritrocitos, así como la capa limite libre de células
adyacente al endotelio es despreciable, en comparación con el diámetro del
vaso. De la misma forma, En estos vasos los índices de cortes, presiones
arteriales y velocidades son considerablemente superiores comparándose con la
microcirculación. Esto hace que en condiciones fisiológicas la relación entre
el esfuerzo cortante y la tasa de cizallamiento de la sangre sea lineal
(viscosidad constante) en los grandes vasos, esto es, se comporta como un
fluido newtoniano, por tanto, puede simularse su flujo adecuadamente
despreciando su estructura corpuscular y aplicando la teoría del continuo.
Referente a las medidas geométricas empleadas, algunos autores optan a
reducciones con volúmenes comunes, de las cuales sus dimensiones aciertan con
las medidas promedio de longitud y diámetro de los vasos sanguíneos. Para el
correcto estudio de los grandes vasos se ha podido utilizar la información
obtenida de una Tomografía Axial computarizada para el modelado del dominio de
simulación, generalmente, en pacientes sanos.
Flujo sanguíneo.
El flujo sanguíneo es el volumen de sangre que fluye a través de
cualquier tipo de tejido en un determinado lapso de tiempo, se mide con las magnitudes
de Ml/min. El flujo sanguíneo total se refiere al volumen minuto cardiaco o
gasto cardiaco, siendo este la cantidad de sangre en volumen que circula a
través de los vasos sanguíneos sistémicos (o pulmonares) en cada minuto. Es
importante tener en cuenta que el gasto cardiaco va a depender mucho de la
frecuencia cardiaca y del volumen sistólico. Gasto cardíaco es igual a la
frecuencia cardíaca X volumen sistólico. La distribución del gasto cardíaco
entre las vías circulatorias que irrigan los diferentes tejidos del organismo
depende de dos factores más:
1)
La diferencia de presión que conduce al flujo
sanguíneo a través de un tejido
2)
La Resistencia al flujo sanguíneo en los vasos sanguíneos específicos.
La sangre fluye de regiones de mayor presión a regiones de menor presión: a
mayor diferencia de presión mayor flujo sanguíneo. Pero si hay una mayor
Resistencia, menor flujo sanguíneo.
- Flujo laminar: En condiciones fisiológicas el tipo de flujo mayoritario es el denominado flujo en capas o laminar. El fluido se desplaza en láminas coaxiales o cilíndricas en las que todas las partículas se mueven sin excepción paralelamente al eje vascular. Se origina un perfil parabólico de velocidades con un valor máximo en el eje o centro geométrico del tubo. En el caso del sistema vascular los elementos celulares que se encuentran en sangre son desplazados tanto más fuertemente hacia el centro cuanto mayor sea su tamaño. (https://sabdifisica.wordpress.com/dinamica-de-fluidos/daniel-bernoulli/flujo-laminar/)
- Flujo Turbulento: En determinadas condiciones el flujo puede presentar remolinos, se dice que es turbulento. En esta forma de flujo el perfil de velocidades se aplana y la relación lineal entre el gradiente de presión y el flujo se pierde porque debido a los remolinos se pierde presión. Para determinar si el flujo es laminar o turbulento se utiliza el número de Reynolds (NR), un número adimensional que depende de: (https://sabdifisica.wordpress.com/dinamica-de-fluidos/daniel-bernoulli/flujo-laminar/)
r, - radio (m) velocidad
media (m/s), densidad (g/cc) y la
viscosidad (Pa.s).
En la circulación sanguínea en regiones con curvaturas pronunciadas, en
regiones estrechadas o en bifurcaciones, con valores por encima de 400,
aparecen remolinos locales en las capas limítrofes de la corriente. Cuando se
llega a 2000-2400 el flujo es totalmente turbulento. Aunque la aparición de
turbulencias no es deseable por el riesgo que tienen de producir coágulos
sanguíneos, se pueden utilizar como procedimientos diagnósticos, ya que
mientras el flujo laminar es silencioso, el turbulento genera ruidos audibles a
través de un estetoscopio.
Continuidad del Flujo sanguíneo
(Hernández O., 2013) La conservación de la masa
de fluido a través de dos secciones (sean éstas A1 y A2) de un conducto
(tubería) o tubo de corriente establece que: la masa que entra es
igual a la masa que sale.
Que se cumple cuando entre
dos secciones de la conducción no se acumula masa, es decir, siempre que el
fluido sea incompresible y por lo tanto su densidad sea constante.
Esta condición la satisfacen todos los líquidos y, particularmente,
el agua.
En general la geometría
del conducto es conocida, por lo que el problema se reduce a estimar la
velocidad media del fluido en una sección dada.
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