viernes, 30 de agosto de 2019

49. IONIZACIÓN DE LOS FLUIDOS


IONIZACIÓN DE LOS FLUIDOS

La sangre es un fluido que presenta gran cantidad de hematocritos, además de proteínas que están disueltas en el plasma sanguíneo. Todas estas partículas contenidas en la sangre influirán en su viscosidad que en valores normales a 37oC es 4×10-2 P (Poises) o 4×10-3 Pl (Poiseuilles).
La viscosidad de la sangre depende considerablemente del número de glóbulos rojos, de la deformidad de los eritrocitos, de la temperatura, y en menor grado, del contenido de las proteínas del plasma. La influencia del hematocrito en la viscosidad de la sangre está representada, en la siguiente gráfica: La viscosidad de la sangre se incrementa a medida de la cantidad de células disueltas en ella aumenta, así como cuando aumenta la cantidad de proteínas. Una sangre más viscosa es más resistente al movimiento, lo cual implica que se requiere una mayor presión sanguínea para que esta se mueva a través de los vasos sanguíneos. 
Radiaciones Ionizantes 
La radiación ionizante puede transferir su energía a las moléculas que constituyen el cuerpo humano, esto puede traducirse en un daño significativo si la interacción es con las moléculas de ADN. Los daños pueden ser agudos e inmediatos como quemaduras, hemorragias, diarreas, infecciones o hasta la muerte; también existen efectos tardíos como el cáncer o efectos hereditarios.
Radiaciones No Ionizantes 
La existencia de posibles efectos crónicos de las radiaciones no ionizantes es aún objeto de fuertes debates y de una amplia investigación científica, dicha incertidumbre genera bastante inquietud frente a las exposiciones tanto de tipo laboral como ambiental. Ya son bastante conocidos los efectos agudos de estas radiaciones, los que pueden ir desde pequeñas descargas eléctricas hasta quemaduras, también pueden producirse calentamiento de los tejidos tanto superficiales como profundos, lo que dependiendo del tejido del cual se trate puede traducirse en un serio daño. En el Decreto Supremo Nº594/99, en sus Artículos 107º al 109º, se fijan los niveles máximos de exposición laboral para algunos tipos de radiaciones no ionizantes, aparecen niveles para radiación láser (UV, visible e IR), microondas y radiación ultravioleta (UV). Se cuenta con equipamiento para la medición de éstas y otras regiones del espectro con aplicaciones siempre en ámbito ocupacional. 
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